(Foto: Gtres)
La princesa Diana podría no haberse divorciado de Carlos III de haber sabido todo lo que sucedió tras la separación. Así lo dejó ella misma escrito en varias cartas enviadas de su puño y letra, entre 1995 y 1996, a sus amigos Susie y Tarek Kassem. Unas misivas que la pareja ha puesto a la venta porque no quieren dejar como legado a sus hijos unos “documentos que implican una gran responsabilidad”.
La pareja conservará, eso sí, algunas cartas de índole más personal. Los beneficios de la venta, unas 90.000 libras según la tasación más alta, serán donados a obras benéficas. En las 32 cartas y tarjetas que poseen los Kassem, Lady Di escribe sobre temas como el aislamiento o los temores de que su teléfono estuviera intervenido.
Reconoce que “a veces es demasiado difícil mantener la cabeza en alto y hoy estoy de rodillas y solo anhelo que este divorcio se lleve a cabo, ya que el posible costo es tremendo”. La madre de los príncipes William y Harry llega a afirmar a sus amigos que “si hubiera sabido hace un año lo que experimentaría al pasar por este divorcio, nunca habría consentido. Es desesperante y feo”.
La princesa Diana conoció al matrimonio en agosto de 1995, durante la visita a un centro médico. La gratitud y atenciones que le demostraron conmovió a Lady Di, que mantuvo un contacto asiduo con ellos. A finales de ese mismo año, Diana y el ahora rey Carlos III decidían divorciarse por consejo de Isabel II.
Los Kassem se convirtieron en sus confidentes y en un gran apoyo emocional, según ella misma dejó escrito. “Estoy inmensamente conmovida por lo protectores que ustedes dos son conmigo. ¡No estoy acostumbrada a eso!”, llegó a expresar emocionada.
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