Foto: Gtres
La familia real británica celebró ayer el Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster. Como viene siendo habitual todas las miradas se posaron en la Princesa de Gales, que escogió para la ocasión un atuendo de estreno con el que sin embargo viajó irremediablemente al pasado. Así, Kate Middleton escogió para el Día de la Commonwealth un dos piezas azul marino, estampado y de inspiración ochentera que recordaba mucho a su suegra y que también le echaba años encima.
Quizás fuera por la pamela de Philip Treacy con forma de plato invertido, gran lazada y de un desfasado terciopelo azul o por el corte del conjunto. El caso es que pudo elegir cualquier otro diseño de su vestidor o haberse ceñido al habitual monocolor para brillar como suele hacerlo. Pero centrémonos en el look.
La esposa del heredero a la corona eligió un conjunto de chaqueta y falda midi de Erdem, una firma canadiense que ya ha lucido en el pasado, que tiene un precio en su web de 4200 dólares. Confeccionadas en jacquard, la particularidad de las prendas (y lo que no nos convence de ellas) es su estampado, con pequeñas flores bordadas y salpicadas en tono blanco por todo el conjunto. En cuanto al corte, la chaqueta es de silueta péplum, muy Lady Di, con solapas y botones en la parte delantera y los puños. La falda, demasiado clásica, cuenta con vuelo en la parte baja.
En cuanto a los complementos, eligió una cartera de mano de Emmy London, unos zapatos de tacón de su marca favorita, Gianvito Rossi y unos guantes de Cornelia James. Todo en tono azul marino.
Además de en la ropa, Kate Middleton homenajeó a su suegra el Día de la Commonwealth con las joyas. Además de su anillo de pedida, habitual de su día a día, eligió para rematar el look unos pendientes de zafiros de la princesa Diana y un broche de plumas que también perteneció a la madre de su marido.
En general podríamos decir que es uno de los looks más anticuados que ha lucido recientemente y llama especialmente la atención si lo comparamos con los de años anteriores. Sin seguir un patrón cromático, ha lucido siempre vestidos monocolor pero de cortes más actuales.
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