Publicaciones de Elisa Ventoso

Acudir a un centro de belleza para someterte a un tratamiento facial conlleva, per sé, una alta dosis de bienestar. En primer lugar porque implica haber sacado un rato para ti misma y tu autocuidado; y eso, en los tiempos que corren, ya es toda una hazaña. Y en segundo lugar, por todo lo que lleva implícito el tratamiento en sí. Es decir, la tranquilidad del momento, el gusto de abandonarte a las manos de las terapeutas y la sorpresa de comprobar la efectividad de los productos sobre tu piel. Igualmente, hay tantos tipos de tratamientos como necesidades y tipos de piel existen. Algunos tratan problemas específicos y otros abordan el skincare desde una perspectiva más holística, tanto con aparatos, como sin ellos. Con los que no hay aparatología no suele haber duda: van a ser gustosos sí o sí. Pero con los que incluyen el uso de máquinas, siempre queda la duda. Porque hay aparatos que inciden en la piel resultando molestos o incluso dolorosos para aquellas más sensibles o reactivas. Sin embargo, hemos probado uno que se adapta a todo tipo de pieles y no solo es efectivo, sino que su uso sobre la piel es verdaderamente agradable. Se llama Hydrafacial y lleva triunfando en el mundo de la belleza desde su llegada hace unos años. Por algo será. El cuatro en uno de Hydrafacial Foto: Clínica Enea Hablamos de un tratamiento facial no invasivo que cumple con los dos principios básicos de toda rutina de cuidado facial: limpieza profunda e hidratación. En su caso, su tecnología patentada limpia la piel, la exfolia, le extrae las impurezas y la nutre. Y la revolución es que lo hace todo a la vez, de una forma segura y sin tiempo de recuperación después. Su éxito radica en sus boosters, que se deslizan por la piel limpiando e hidratando la piel al mismo tiempo. Lo que se traduce en una piel limpia y bonita al instante. Tal y como nos explica Margarita Barreras, terapeuta del Centro Enea en Madrid, "este tratamiento de hidrodermoabrasión es apto para todo tipo de pieles aunque también se adapta según la necesidad. Por ejemplo en pieles con mucho acné se puede completar la acción del aparato con la extracción manual y siempre valoramos el cóctel del booster según la edad y el estado de la piel de cada paciente". Limpieza, hidratación y personalización Así, el tratamiento completo consta de varias partes diferenciadas que combinan el trabajo manual con el mecánico. La limpieza y el diagnóstico inicial corren a cargo de la especialista tras lo cual se procede a la exfoliación mecánica con ácido láctico. El peeling que se realiza a continuación varía en su composición en función de las necesidades. Suele hacerse con ácido glicólico y ácido salicílico, y tiene una función seborreguladora. Algo especialmente apto para pieles grasas y con problemas. Tras ello, sucede la extracción de impurezas y el sebo mediante una succión suave que se combina con la hidratación con sueros y nutrientes como el ácido hialurónico, diferentes péptidos y antioxidantes. Por último, la acción de Hydrafacial se completa con 10 minutos de acción de una máscara de lud LED. Ésta sella los activos y revela una piel más joven y luminosa al instante. La experiencia es sin duda un cóctel de bienestar que mejorar el tono, la elasticidad y la textura de la piel, reduce la apariencia de manchas y poros, y trata problemas específicos como las arrugas, las manchas o el acné. ¿Se puede pedir más?

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