Foto: @alexhaney Unsplash.
Existen numerosas forma de celebrar estas fechas a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, si hay una tradición que todos seguimos es la de montar el árbol de Navidad. Casas, tiendas, bares, centros comerciales y calles se engalanan estos días para llegar a tiempo a la Nochebuena. En Madrid el árbol de la Puerta del Sol ya luce cada noche, y ayer mismo Nueva York hacía lo propio con su famoso árbol del Rockefeller Center. Y es que si hay un árbol de Navidad que todo el mundo conoce, ese es el de la Gran Manzana. Cada año miles de turistas viajan hasta allí para verlo. Sin embargo, este no es el único abeto al que los amantes de la Navidad miran estos días.
La tradición de colocar un árbol de Navidad en el Rockefeller Center surgió en 1931, cuando un grupo de obreros que trabajaban en la construcción del centro decidieron adornarlo con un bonito abeto. Al año siguiente repitieron la acción. Sin embargo, no sería hasta 1933 cuando alcanzara fama en la ciudad y se celebrase una ceremonia de encendido de luces. Desde entonces el árbol del Rockefeller Center se ha convertido en el icono de la Navidad y su encendido la inauguración de la época de fiestas.
Con el paso de los años, el tamaño del abeto y el número de luces que lo adornan han ido creciendo, hasta superar este 2020 las 50.000 luces led. Sin embargo, el detalle más importante del árbol es la estrella que corona la copa. Y es que desde el 2018, el abeto se decora con una impresionante estrella formada por 3 millones de cristales Swarovski. Una joya que diseñó el arquitecto Daniel Libeskind y que pesa 400 kilos.
Otro de los árboles de Navidad más famosos del mundo es el que decora las Galerías Lafayette de París. Los grandes almacenes de la capital francesa han reabierto estos días sus puertas, tras las restricciones por el coronavirus, y lo han hecho estrenando su árbol de Navidad.
Si visitas París en Navidad, los escaparates de las Galerías Lafayette son una parada obligatoria. Los adornos navideños de los almacenes son mundialmente conocidos y, sobre todo, el impresionante árbol de 20 metros de alto que cuelga de la cúpula de las galerías. Este año los colores son los grandes protagonistas, y no queda un espacio libre en el abeto para nuevos regalos, bolas o guirnaldas.
Otra de las grandes capitales del mundo, Londres, también es famosa por su Navidad y, en concreto, por un árbol. En este caso el abeto se encuentra en el interior de uno de los hoteles más conocidos y prestigiosos de la ciudad, el Hotel Claridge’s.
Cada año el hotel coloca al pie de sus escaleras un árbol de Navidad diseñado por una de las figuras más importantes del mundo de la moda. John Galliano, Dolce y Gabbana o Sir Jony Ive, diseñador de Apple, han sido algunas de las personalidades que han tenido la oportunidad de diseñar su propio árbol de Navidad.
El año pasado fue el turno de Louboutin, que se decantó por un abeto tradicional lleno de color. Quizás por ello, este año el hotel ha apostado por el minimalismo y se decantado por un sencillo árbol de color blanco y decorado con luces del mismo, inspirado en el Art Deco. Un diseño más frío y que poco tiene que ver con la Navidad.
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