Foto: Gtres.
Barack y Michelle Obama volvieron este miércoles a la Casa Blanca. El matrimonio pisó de nuevo el que fue su hogar durante ocho años para celebrar una de las tradiciones más arraigadas entre los presidentes americanos, el desvelamiento de sus retratos oficiales.
Lo hacen siete años después de que abandonaran esa misma casa. Un tiempo muy largo que se explica por la negativa de Donald Trump a celebrar esta histórica ceremonia. Ahora con Biden en el gobierno, se recupera la tradición y los Obama ocupan ya su espacio en las paredes del emblemático edificio.
Visiblemente emocionados y con un “Barack y Michelle, ¡bienvenidos a casa!”, el matrimonio era recibido en la Casa Blanca entre aplausos y vítores. Una reacción que dejaba claro las ganas que había de recuperar esta histórica tradición que inventó Jackie Kennedy.
Cuando su marido Fitzgerald Kennedy fuer elegido presidente de Estados Unidos a ésta se le ocurrió homenajear al anterior presidente colgando un retrato suyo y de su esposa en las paredes de la Casa Blanca. Un gesto que desde entonces se ha convertido en una tradición que se celebraba con independencia del partido que estuviera en el gobierno.
Sin embargo, con la llegada de Donald Trump esto cambió y los Obama se quedaron sin sus retratos. Por ello, el presidente Joe Biden ha querido homenajear a Barack y Michelle retomando la tradición y desvelando los retratos que los artistas Robert McCurdy y Sharon Sprung han realizado para ellos, respectivamente.
La ceremonia comenzaba con un discurso del actual presidente alabando la gestión de Barack Obama, en la cual él también participó como vicepresidente. Destacó varios de sus hitos como el Obamacare y dedicó unas bonitas palabras a Michelle. “Él lo sabe, todos lo sabemos: no podría haberlo logrado sin tu ayuda”. Después, los homenajeados descubrieron sus respectivos retratos.
La pintura del ex presidente es obra del pintor hiperrealista Robert McCurdy, quien ha pintado a rostros conocidos como el Dalai Lama o Jeff Bezos. En ella, Obama aparece levantado, sobre un fondo blanco, con las manos en los bolsillos y mirando al frente.
Por su parte, Michelle fue retratada por la artista neoyorquina Sharon Sprung, quien la ha mostrado sentada en un sofá con una pose relajada, con el brazo izquierdo apoyado, y luciendo un elegante vestido azul de escote corazón. “Quiero agradecerle que haya capturado todo lo que aprecio en Michelle. Su gracia, su inteligencia y el hecho de que está bien”, dijo Barack Obama.
Sin embargo, el ex presidente no fue el único que habló. Michelle tomó la palabra para enunciar un aplaudido discurso que tenía un claro destinatario, Donald Trump. “Tradiciones como ésta, importan. No solo para quienes ocupamos estos cargos, sino para todos los que participan en la vigilancia de nuestra democracia. Por algo celebramos una toma de posesión: para garantizar una transición pacífica del poder”.
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