Los hijos de la reina Camilla no celebrarán la Navidad con ella
La ausencia de Tom y Laura coincide con un momento emocionalmente significativo para el rey Carlos III y Camilla.
Los hijos de la reina Camilla, Tom Parker Bowles y Laura Lopes, no asistirán este año a la tradicional celebración navideña de la familia real en Sandringham.
Tom Parker Bowles confirmó que tanto él como su hermana han decidido establecer una dinámica alterna: un año asistirán y otro no. En 2025, por tanto, pasarán las fiestas fuera del retiro real de Norfolk.
Camilla notará la ausencia de sus hijos en Navidad
El escritor gastronómico, de 50 años, explicó que se alojará en la casa de su ex-esposa, Sara Buys, con quien comparte dos hijos, Lola y Freddy.
Una decisión que contrasta con la situación del año pasado, cuando Camilla pidió expresamente a sus hijos que pasaran la Navidad con ella. Sucedió en un momento especialmente delicado tras el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III.
En aquel entonces, Tom Parker Bowles relató que su madre estaba deseosa de tenerlos cerca después de “dos años muy duros”.
Sin embargo, este año retoman su costumbre de alternar las celebraciones familiares. Además de los hijos de Camilla, se espera que otros miembros de la familia estén ausentes.
Además de los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, que no celebran la Navidad con los Windsor desde 2018, tampoco estarán seguramente el príncipe Andrés y su ex-mujer, Sarah Ferguson.
Una Navidad especial para Carlos III
La ausencia de Tom y Laura coincide con un momento emocionalmente significativo para el rey Carlos III. A sus 77 años sigue luchando contra el cáncer. Algunas fuentes señalan que espera que esta Navidad sea especialmente entrañable, consciente del valor del tiempo.
Según fuentes citadas por Us Weekly, el monarca busca crear recuerdos memorables “por si acaso es la última”. Se espera que el príncipe William, Kate Middleton, sus hijos y los padres de la princesa de Gales acompañen a Carlos y Camilla en Sandringham.
Los Reyes siguen fieles a una relación marcada por décadas de complicidad, turbulencias, presiones institucionales y escándalos mediáticos que culminó en su discreta boda en 2005.
Aunque recibió el bloqueo inicial por parte de la opinión pública, la imagen de Camilla se ha ido suavizando con los años. En la actualidad es un pilar fundamental en el reinado de Carlos III.
