Jaeger-LeCoultre abre Le Chalet, un granero histórico convertido en refugio para sus clientes
La relojera Jaeger-LeCoultre acaba de abrir Le Chalet, un proyecto exclusivo para invitados y clientes de la casa en el que impregnarse de la historia de la casa.
El desarrollo de la alta relojería en el cantón suizo del Jura está estrechamente vinculado con la persecución religiosa vivida en Francia en el siglo XVI. Una época en la que la condena de los escritos de Lutero por parte de la facultad de teología de La Sorbona en 1521 generó brutales represiones impulsadas por el Parlamento de París, sobre todo a partir de 1525. Numerosos seguidores del teólogo alemán sufrieron torturas y ejecuciones, que fueron a más durante las siguientes décadas.
El rey Francisco I adoptó una postura intransigente contra el luteranismo. Y ante esta situación, muchos reformistas franceses, entre ellos los hugonotes, buscaron refugio en regiones más tolerantes, como Suiza. Uno de ellos fue Pierre LeCoultre, que en 1559 se asentó en el valle de Joux.
Una crisis religiosa dio lugar a la mejor tradición relojera suiza
Este antecesor de Antoine LeCoultre llegó, como tantos otros ciudadanos, a esta zona remota y montañosa del Jura suizo en busca de una nueva vida. Muchos se hicieron granjeros, pero otros tantos se dedicaron a trabajar el metal que salía de las minas locales. Fue allí, con esos materiales y durante los duros y largos inviernos, cuando desarrollaron con los años sus habilidades para la relojería.
Esta combinación de destreza manual, aislamiento y precisión sentó las bases de una tradición relojera que se perfeccionó a lo largo del siglo XVII. El valle se convirtió en un centro de excelencia en la fabricación de movimientos con grandes complicaciones, considerados la cúspide del arte relojero.
Le Chalet es un proyecto exclusivo de Jaeger-LeCoultre
Así, en 1833, diez generaciones después, Antoine LeCoultre transformó el antiguo granero familiar en el primer taller de Jaeger-LeCoultre, dedicándose a la creación de relojes de altísima precisión. Inventor minucioso, diseñó herramientas para producir componentes diminutos y calibres extremadamente exactos. Su trabajo marcó un hito en la historia de la relojería y consolidó una reputación que se conserva hasta la actualidad.
En un proyecto histórico y de recuperación del patrimonio local, la relojera Jaeger-LeCoultre acaba de abrir Le Chalet. Una antigua casa de campo perteneciente a un ganadero de la zona que está situada a menos de diez minutos de la manufactura de la relojera en Le Sentier. Allí, tras una cuidada reforma, ha creado un alojamiento exclusivo para los invitados y grandes clientes de la casa.
Un espacio ideal para adentrarse en la esencia de la marca
Situada en una pequeña zona de pastoreo, rodeada de pinares y praderas, Le Chalet tiene vistas a Le Sentier y al lago de Joux. En el interior de la casa había un establo, un granero y una quesería. Ahora, la distribución se ha modificado, pero se han mantenido algunos elementos originales como la chimenea piramidal o la carpintería. Su decoración se ha basado en el concepto de lujo sereno.
En el antiguo granero hay un amplio espacio a modo de comedor y en la sala de ordeño se ha creado una moderna cocina donde un chef prepara comidas para los huéspedes. La intención es crear menús centrados en recetas tradicionales e ingredientes de temporada del valle, como el cremoso queso Vacherin. Todo un lujo para impregnarse de la esencia de la marca.