Hondarribia es una de esas ciudades a las que acudir a desconectar, a disfrutar de la gastronomía, de la ubicación, de la tranquilidad, del mar, del arte… y hemos encontrado el hotel que nos vuelve a conectar con ese concepto de lujo basado en los detalles, en el servicio, con una suite de encanto mires donde mires. Eso es Villa Magalean.
Un palacete reconvertido en hotel boutique donde sentirte como en casa. Donde el mar está presente en cada rincón, en cada detalle, en cada inspiración, pero sin olvidar el diseño más contemporáneo. Acudir a este hotel es olvidarse del mundo, es entrar a una recepción que casi podría ser parte de un museo, es recoger tu llave con emoción porque sabes que tras el ascensor se encuentran habitaciones para soñar. Y así es como nos recibieron: la suite del ático Peñas de Aya nos esperaba.
Dos habitaciones con baño completo unidas por un pequeño salón, terraza privada con solárium y vistas a la muralla de la ciudad, dos camas king size donde perderte, bañera con hidromasaje de cuento en una de las habitaciones donde disfrutar mientras observas atardecer… Un paraíso del que no quieres salir.
¿Habitación familiar? Por supuesto, la ciudad está perfectamente preparada para disfrutar con los más pequeños, sobre todo, el parque al final del paseo antes de llegar a la playa; incluso en el hotel, todo el espacio a los niños les encanta, de la misma manera que se vuelven locos viendo una bañera en la habitación, o descubriendo las duchas italianas llenas de detalles.
Hay que desterrar desde ya el concepto de hoteles de lujo alejados de los niños, porque ellos son los que mejor se adaptan a los viajes, la emoción les puede, y son sus ojos despiertos los que miran detalles que tal vez a ti se te escapen.
En Villa Magalean podrás disfrutar en pareja, faltaría más, es una delicia, pero también en un viaje familiar donde quieras descubrir nuevos encantos tanto de Hondarribia, como en este caso de nuevos hoteles de lujo.
La gastronomía es uno de los puntos fuertes de este hotel de lujo. Desde el desayuno con su bollería recién hecha, tostadas al instante, fruta recién preparada de manera individual en un entorno casi mágico… pasando por su vinoteca o el Mahasti Gastronomic Wine Bar, el restaurante que propone una serie de especialidades a la carta y un menú de degustación, auténtica oda a los productos locales provenientes de la mar y de la tierra, y que cambia según la temporada. Un delicioso viaje al corazón de las tradiciones culinarias del País Vasco, donde el chef Juan Carlos Ferrando firma una carta elegante y sabrosa en la que podemos encontrar sus propuestas más elaboradas con el producto de temporada.
Si aún no sabéis donde acudir este verano, o buscáis una escapada de fin de semana, ni lo dudéis, dejaros envolver por su encanto, por sus atenciones, por el servicio, por las vistas, y por todo el encanto de la localidad, por sus hortensias, por los pescadores, por el ritmo del mar, por sus paisajes… sobre todo por la parte vieja con sus clásicos vinos y pintxos, una imagen de postal única que nunca olvidaréis.
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