Villas de Finca la Emperatriz. Foto: Viñedos Hermanos Hernáiz
Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y Emperatriz de Francia, fue una mujer adelantada a su tiempo. Tuvo una educación afrancesada que le permitió superar cualquier obstáculo en su camino. Durante la segunda mitad del siglo XIX fue propietaria de la Finca La Emperatriz en Baños de Rioja. Un lugar con vino, historia y mucho encanto que ahora se puede visitar.
En el año 1978, Eugenia de Montijo tuvo la brillante idea de presentar en la Exposición Universal de París un vino elaborado en sus propios viñedos. Este vino obtuvo un premio que reconocía el potencial y la singularidad de su finca. Los años pasaron y la propiedad cambió de dueños. En 1996 la adquirió la familia Hernáiz sin conocer ni su historia ni su potencial.
Así, los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz tomaron sus riendas con el claro propósito de elaborar vinos de máxima calidad provenientes de este histórico viñedo.
Hoy en día lideran el proyecto ‘Viñedos Hermanos Hernáiz‘ dedicado a la producción de diferentes vinos de excelencia. Ambos se enorgullecen de trabajar exclusivamente con uvas de sus propias fincas, lo que les permite controlar todo el proceso de producción y su calidad desde el principio.
Hablamos de un terreno con 101 hectáreas situado entre las sierras de Cantabria y la Demanda, a una altitud de 570 metros, en una de las mesetas más elevadas de La Rioja Alta. Una ubicación privilegiada que le proporciona un clima continental con influencia atlántica, fundamental para la elaboración de sus vinos.
Pero Finca la Emperatriz es mucho más que vino, sobre todo desde que los hermanos Hernáiz decidieran abrir sus puertas al público. Así, la bodega ofrece actividades en torno al viñedo durante todo el año, aprovechando su espectacular enclave, el paisaje y sus recursos naturales. De hecho podemos decir que el enoturismo se ha convertido en una realidad consolidada en Finca La Emperatriz.
Además de catas y experiencias relacionadas con el vino, otro de sus puntos fuertes son las villas situadas a pie de viñedo, perfectas para el descanso y una completa desconexión. Unas casitas que conservan toda la autenticidad y el carácter de La Rioja, y que son un plan perfecto para quien busque naturaleza, historia y un viaje singular.
Además de las vistas y todas las comodidades cuentan con una coqueta terraza winebar reconocida por la Guía Repsol con uno de sus Soles.
Con todo, no hay duda de que los hermanos Hernáiz están siguiendo la estela de Eugenia de Montijo. Con su trabajo y su excelencia están contribuyendo a aumentar el gran legado que la emperatriz dejó en La Rioja.
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