Dos ciudades españolas se cuelan en la lista de las mejores del mundo para vivir

En un año marcado por la pandemia y donde se han cuestionado los modelos de vida establecidos en los núcleos urbanos, conocer cuáles han sido las mejores ciudades del planeta para vivir es todo un reto. Resolver el enigma es lo que se propone el índice elaborado por Time Out.

Una encuesta realizada en esta ocasión a más de 27.000 personas de todo el mundo y en la que se ha preguntado por ocio y cultura; pero también sobre sostenibilidad, espacios verdes y proyectos solidarios o vecinales. El resultado es una lista de unas 37 ciudades en las que vivir ha sido algo más llevadero en los últimos 18 meses.

Barcelona y Madrid se cuelan entre las veinte mejores ciudades para vivir. En concreto, se sitúan en los puestos 14 y 18 respectivamente. La capital de España destaca además como la segunda ciudad del mundo con mejor oferta cultural, sólo por detrás de París. San Francisco lidera un listado en el que también nos encontramos en los cinco primeros puestos de la clasificación global a Ámsterdam, Manchester, Copenhague y Nueva York.

La solidaridad vecinal tiene premio en San Francisco

La pandemia desató el espíritu solidario en San Francisco. Miles de ciudadanos con menos recursos pudieron tener acceso a comida diaria gracias a iniciativas solidarias. Se llegó a colocar masa madre en las cabinas telefónicas para que la gente hiciera pan durante los meses de confinamiento.

Los encuestados han destacado que los bares y restaurantes hayan recuperado espacios de estacionamiento para la vida social. Los llamados parklets han llenado de luz, color y ambiente más de 1.700 espacios que antes sólo eran utilizados por coches. Y además han contribuido a dinamizar la maltrecha economía de miles de comercios en la ciudad. Los encuestados valoran también que la ciudad considerara el cannabis como un negocio “esencial” durante la pandemia.

Ámsterdam y Manchester compiten como la mejor ciudad en música y tiempo libre

Tanto Ámsterdam como Manchester han convertido los negativos efectos de la pandemia en una ventaja. La ciudad holandesa aprovechó el paron del turismo para apostar por la cultura y los espacios verdes, dejando a un lado el turismo de borrachera y la decadencia de su casco histórico.

Manchester por su parte se ha situado como una de las ciudades más atractivas para celebrar eventos culturales de gran calibre. La presencia en ella de Factory Records, sello independiente de referencia para la música ayuda bastante. Todo ello al tiempo que cuidaba a su población más vulnerable con el reparto gratuito de miles de comidas diarias.

Barcelona y Madrid se aferran a la cultura

Dicen desde Time Out que los ciudadanos de Barcelona y Madrid han convertido a sus ciudades en mejores lugares para vivir gracias al ingenio y la solidaridad. La música en vivo o las exhibiciones en plena calle han conseguido que los barceloneses le hayan dado a su ciudad una nota muy alta en el apartado de cultura. Bajo el lema #CulturaSegura, la ciudad ha conseguido mantener el espíritu optimista durante la pandemia.

En el caso de Madrid, los ciudadanos encuestados han destacado lo fácil que es hacer amigos en la ciudad. Un rasgo que forma parte de su espíritu y que durante la pandemia se ha fortalecido. Algo que, junto a sus museos, teatros y bares destaca como ventaja para los que sitúan a la capital de España entre las veinte mejores ciudades del mundo para vivir.