Isla Mauricio, situada al este de Madagascar y perdida en el océano Índico, es conocida principalmente como un destino de playa. Y no es de extrañar, puesto que reúne un conjunto impresionante de ellas y sus temperaturas son suaves durante todo el año. De un tamaño similar a Tenerife, ofrece otros muchos atractivos que la hacen también una opción interesante a valorar como destino de ocio y naturaleza.
En la isla se pueden hacer multitud de actividades deportivas como windsurf y kitesurf; y otras también acuáticas como snorkel y buceo para admirar los fantásticos arrecifes de coral que la rodean. Incluso en algunas ubicaciones es posible ver tiburones. Pero sin duda la alternativa más original para los que no tienen el curso de buceo es el denominado ‘undersea walk’ que consiste en dar un paseo por el fondo marino con un casco que suministra el aire necesario, como si fuéramos astronautas en el espacio exterior.
Las mejores playas del país están en la cercana Isla de los Ciervos, a la que es muy fácil llegar debido a la multitud de excursiones organizadas en barco desde Isla Mauricio para pasar el día allí. Pero no sólo hay playas que conocer en nuestro destino.
Al tratarse de una isla volcánica se pueden visitar varios cráteres. El de Grand Bassin, inundado de agua y convertido en un lago, es un lugar sagrado para los hindúes con un templo dedicado a Shiva que, según dice la tradición, está conectado con el río Ganges por debajo de la tierra. Trou aux Cerfs es parada obligada en la isla. Este cráter colonizado por la vegetación ofrece un entorno y un paisaje impresionantes.
Para seguir disfrutando la naturaleza salvaje es necesario ir al Parque Nacional Black River Gorges con más de 60 km de caminos y senderos entre bosques y con rutas aptas para todos los niveles. Al recorrerlos es posible cruzarse con macacos, ciervos, murciélagos de la fruta o zorros voladores. En su interior está el Pitón de la Riviere Noire, la montaña más alta de la isla con 828 metros de altura y con las mejores vistas. Pero probablemente la cima más famosa sea Le Morne Brabant por su peculiar forma y por haber sido históricamente un lugar unido a la esclavitud.
La tierra de los siete colores y la cascada de Chamarel son otras atracciones turísticas de Isla Mauricio. Se trata de una serie de dunas de arena de distintos colores originadas por distintos minerales y rodeadas de bosque. La visita al atardecer es la más recomendable por el juego visual que ofrece.
El alojamiento en la Isla Mauricio cuenta con opciones de muy alto nivel y varios hoteles de lujo como el Hilton, el One & Only, el St Regis o The Residence, todos situados en entornos privilegiados de la costa, con servicios de spa y una atractiva oferta de actividades turísticas y deportivas para sus clientes.
Además de por sus playas y su entorno, Mauricio es famosa también por el cultivo de azúcar, la elaboración de ron y por haber sido en el pasado el hábitat del famoso dodo, que sigue siendo un icono del país. Una especie de ave no voladora tristemente extinguida por la mano del hombre en el siglo XVII y que desapareció por completo solo cien años después de que llegaran los primeros colonizadores europeos y que esperamos que sea la última pérdida que haya que lamentar en este increíble paraíso natural.
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