Foto: Gtres
La Semana de la Alta Costura de París está dejando, sin duda, desfiles para el recuerdo. El último tuvo lugar ayer y lo firmaba Viktor & Rolf, que con su propuesta de vestidos-maniquíes protagonizaba la anécdota de la jornada tras las ya famosas cabezas de animales de Schiaparelli.
Los creativos de la firma presentaron sus propuestas para la próxima temporada Summer-Spring 2023, como es habitual en las citas de Alta Costura, de una forma única y especial. Las modelos, ataviadas con corsés en color nude al más puro estilo Gaultier, presentaron con vestidos de tul con colores claros y de aire romántico los vestidos en ocasiones adelantados, atravesados o invertidos en los propios cuerpos.
Bautizada como ‘Vals del capitalismo tardío‘ la colección es una “visión absurda de un estereotípico baile de alta costura para el siglo XXI”. Así, los diseñadores presentan vestidos de tul románticos, en colores pastel, que aluden a los días dorados de la Alta costura de mediados del siglo pasado. Escotes palabra de honor, cinturas marcadas y grandes faldas confeccionadas con infinitas capas de tul aluden a una “visión casi estereotipada de la Alta Costura como un sueño de feminidad suave”.
No obstante, y haciendo gala de su reconocida y respetada provocación en las colecciones de Alta Costura, Viktor & Rolf rompen este sueño de una forma tan llamativa como original. Lo hacen alejando las prendas de los cuerpos de las modelos, como si huyeran de ellos.
Así vemos vestidos atravesados, invertidos o que preceden a los cuerpos “liberándose de ellos” y defendiendo la idea de que ese sueño ideal de Alta Costura que representan los diseños es engañoso. “Lo familiar se vuelve extraño, mientras lo mundano se transforma en absurdo y viceversa”, dicen desde la firma holandesa.
Además, las modelos lucen maquillajes marcados, tintes llamativos y peinados propios de los años 80, con contrastan también con esa idea “romántica” de los lazos, los brillos y los vestidos de tul.
Los diseñadores Viktor Horsting y Rolf Snoeren han declarado en alguna ocasión que la Alta Costura es para ellos un “laboratorio de experimentación creativa”. Y así lo demuestran las colecciones que han presentado en esta exclusiva cita de París desde 1998. Todas han mostrado un espíritu provocativo no exento de toques surrealistas que sin embargo han conservado las señas de identidad de la marca.
La elegancia, feminidad y delicadeza de los diseños se ha mantenido en todas sus propuestas demostrando un exquisito dominio no solo de la Alta Costura, sino también del diálogo que establece esta con el espectador. No hay duda de que seguirán sorprendiéndonos con estos “antídotos a la realidad” tan necesarios en un mundo en el que cada vez hacen más necesarios la ruptura de los clichés y y las normas.
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