Todos llevamos en el bolsillo un teléfono capaz de hacer fotos y vídeos. La calidad de las instantáneas que hacemos es cada vez mayor y muchos de los vídeos que grabamos, hace tiempo que se pueden disfrutar en la tele sin sufrir por la resolución. Los avances son más que significativos, pero aún están lejos de igualar a las cámaras profesionales o deportivas como la GoPro. Profesionales, sí, pero con unos precios que las hacen accesibles a casi cualquier persona que quiera ir un poco más lejos en sus registros audiovisuales.
La cámara deportiva por excelencia se llama GoPro. Tanto es así, que es muy común denominar con ese nombre a cualquier cámara pequeña que se use para grabaciones deportivas o acuáticas. Cada año los modelos van evolucionando y añadiendo nuevas características. Hace unos días, la compañía sacaba al mercado dos nuevos modelos: la GoPro 8 y, el que parece el nuevo buque insignia de la marca, la GoPro Max. Esta última es un dispositivo capaz, entre otras muchas cosas, de grabar en 360 grados.
Los términos para definir sus novedades son una colección de nombres con una gran sonoridad, tanto que podrían ser denominaciones de bebidas energéticas. De este modo, encontramos Max HyperSmooth, Max TimeWarp y Max SuperView. Traduciendo los términos descubrimos que entre sus grandes avances destacan una enorme capacidad de estabilización, modos para realizar time-lapses y lentes digitales para alcanzar una mayor visión angular. Puede empezar y parar de grabar respondiendo a diferentes comandos de voz, es sumergible, y entre su diminuta estructura se esconden hasta seis micrófonos y una pantalla táctil.
Todo es fácilmente controlable desde una aplicación móvil. Podemos cambiar la configuración, editar nuestras grabaciones, realizar transmisiones en directo y mucho más. Una de las cosas que más me gustan es que puedes hacer una grabación en 360 grados y posteriormente mover la cámara virtualmente para lograr un vídeo clásico, moviendo la vista hacia donde deseemos en todo momento. Es decir, movemos el cuadro para reencuadrar la imagen donde nos plazca. Todo esto y una tarjeta SD por 529€. grados
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