En Corea del Sur se propaga como la espuma un curioso fenómeno que podría tener serias consecuencias para el desarrollo de la sociedad. Bien sea por las largas jornadas de trabajo, por las dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar, por la estrechez de las viviendas o por la carestía de la vida… los jóvenes surcoreanos prefieren criar mascotas que niños. Un tema que preocupa mucho a las autoridades y que podría agravar la tendencia a la baja de la natalidad en ciertos países desarrollados.
Las mascotas, en general perros de toda raza y condición, se cuelan en la vida de numerosas parejas surcoreanas que deciden no tener hijos por múltiples motivos. La agencia Reuters se ha hecho eco de este fenómeno y lo ha desarrollado en varias entrevistas en las que jóvenes surcoreanos defienden su postura. “Ambos trabajamos y no tenemos tiempo, por lo que la idea de tener un bebé nunca se nos pasó por la cabeza. Supone demasiada presión”, dice una de las entrevistadas.
Todos ellos coinciden en que tener una mascota les permite un grado de libertad que con un niño no tendrían y que económicamente es bastante más barato. En todo caso, las mascotas de estas jóvenes parejas reciben cuidados de lujo. Comida, peluquería, entrenadores personales, sesiones de fotos… toda una industria que va creciendo alrededor de esta tendencia y que en muchos casos supone un desembolso diario de unos cien euros por mascota.
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