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Las bajas temperaturas y las heladas nocturnas pueden suponer un desafío para mantener una terraza o un jardín en plena forma durante los meses de invierno. Sin embargo, existen muchas plantas, ya sea para colocar en macetas o en el suelo, que pueden soportar el frío y seguir embelleciendo los espacios exteriores.
No es necesario renunciar a las flores durante el invierno, pues hay especies amantes del frío, que siempre pueden poner una nota de color a los balcones y terrazas en medio del gélido invierno.
Aunque muchos los relacionan con los cementerios, los crisantemos son flores preciosas y tremendamente resistentes. Existen en amplia gama de colores, incluyendo blanco, amarillo, rojo, rosa, púrpura y naranja. Además, son relativamente fáciles de cuidar, pues con atender al riego es más que suficiente, y tienen una floración prolongada. De hecho, en Japón son símbolo de longevidad y felicidad.
El ciclamen es ideal para colocar en una maceta. Tiene unas flores de colores muy características, cuyos pétalos parecen estar invertidos, y unas hojas con forma de corazón y patrones plateados o verdes oscuros. Eso sí, aunque no requiere demasiados cuidados, hay que ser vigilante con el riego, pues hay que evitar el exceso de agua para prevenir la pudrición de las raíces.
Los pensamientos, también llamadas violas tricolor, son plantas muy populares, que adornan multitud de calles durante los meses de invierno. Su resistencia al frío los convierte indispensables en los jardines y parterres de las grandes ciudades. No hay que olvidar que existen en amplia gama de colores, incluyendo amarillo, azul, púrpura, rojo, blanco e incluso con combinaciones de estos.
Además, florecen durante gran parte del año y son fáciles de cuidar. Solo hay que tener cuidado con no excederse con el riego e ir retirando las flores marchitas para que sigan saliendo nuevas.
La lavanda es una planta silvestre, y como tal es fuerte y resistente. Ésta soporta bien tanto la sequía como las bajas temperaturas y, además, su aroma es maravilloso y es un gran repelente para algunos insectos. Produce flores en tonos púrpura, azul y blanco, que son muy atractivas y pueden durar mucho tiempo. Eso sí, asegúrate de colocarla en un lugar soleado donde reciba al menos 6 horas de sol al día.
El brezo es otra de esas plantas que por su rusticidad se adapta perfectamente al frío. Ofrece unas hermosas flores en tonos blancos, rosas, púrpuras y rojos, sobre todo durante el otoño y el invierno. Al igual que la lavanda, necesita una buena dosis de sol y a pesar de ser un arbusto silvestre, si lo colocas en una maceta puede mantenerse compacto y manejable.
Aunque suelen alcanzar una buena altura si se plantan en el suelo, la camelia también puede vivir en una gran maceta si se le proporcionan los cuidados adecuados. Además, nos recompensará a finales del invierno con una de las flores más bonitas que ofrece la naturaleza.
Este arbusto de hoja perenne permanecerá verde durante todo el año y aunque prefieren climas templados, muchas variedades de camelias pueden soportar temperaturas frías. Las camelias requieren un riego regular, pero no excesivoy prefieren suelos ácidos. Siguiendo estas directrices podemos tener una planta tan longeva, que puede vivir décadas.
El acebo es una planta clásica de invierno que soporta bien las bajas temperaturas. Con sus hojas verdes y dentadas se ha convertido en un clásico, sobre todo en Navidad, gracias a las bayas rojas que lo adornan durante los meses más fríos. Al igual que la camelia, puede alcanzar una gran altura, pero si se poda en primavera para mantener su forma y estimular un crecimiento denso, puede adaptarse sin problema a una buena maceta.
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