Foto: Gtres.
Genio, leyenda, mito, fenómeno, prodigio… Son muchos los calificativos que a lo largo de los años se han utilizado para hablar de Ennio Morricone, el padre de las grandes bandas sonoras del cine. Canciones que podemos encontrar en más de 400 películas y que ya forman parte de la historia. Hoy el compositor ha fallecido a los 91 años a causa de una caída, según informa la Agenzia ANSA.
Para algunos, Ennio Morricone ha sido el compositor más importante y grande del séptimo arte. A lo largo de su carrera compuso más de 500 bandas sonoras para cine y televisión, destacando entre ellas las de películas como La misión, Cinema Paradiso o El bueno el feo y el malo. Fue el compositor de las bandas sonoras de las grandes películas del Oeste, aunque también dejó su sello en el cine italiano y las obras de Tarantino.
Una dilatada carrera que comenzó en 1961 cuando realizó su debut cinematográfico con la banda sonora de la película El federal, de Luciano Salce. Sin embargo, sería junto a Sergio Leone y el género western cuando alcanzaría la fama mundial y su calificativo de leyenda. Puso música a la conocida Trilogía del dólar: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo.
Estos trabajos llevaron a Ennio Morricone a hacerse con alguno de los premios más importantes del cine. Tras cinco nominaciones a los Oscar en la categoría de mejor banda sonora, en 2007 la Academia le otorgaba el Oscar honorífico a toda su carrera. Sin embargo, esta no es la única estatuilla que consiguió, ya que en 2016 se hacía de nuevo con el premio, esta vez, por la banda sonora de Los odiosos ocho.
También poseía tres Globos de Oro, seis premios BAFTA y dos Grammy, entre otros. Además, hace unas semanas Ennio Morricone recibía junto a John Williams el premio Princesa de Asturias de las Artes.
“He elegido escribir música como una forma de comunicación. La música, de hecho, sin que haya nadie que la escuche, no tiene sentido. He trabajado toda la vida tratando de mejorar, intentando no estar nunca parado, de no sentarme jamás y mirar hacia atrás, a todo lo que he hecho. Tengo 91 años y veo que la Familia Real de España y la Fundación Princesa de Asturias quieren reconocerme con este prestigioso Premio. Hoy es un día para reflexionar y pensar en el camino recorrido, sentir con humildad y gratitud que, quizá durante mi trabajo, he sido capaz de llegar a las personas y compartir con ellas la experiencia única que es la música. Esto es lo que significa para mí el Premio Princesa de Asturias de las Artes”, agradecía Ennio Morricone.
Hoy el cine pierde a su compositor por excelencia, un genio que siguió trabajando hasta su muerte y que ha sido capaz de regalar al séptimo arte las notas perfectas para acompañar sus escenas, secuencias y tomas. Adiós Ennio Morricone.
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