(Foto: Hufton + Crow)
No hay duda que el nombre de un edificio puede ser algo relevante, sobre todo cuando fue gestado por una de las más famosas e interesantes arquitectas que haya existido, aunque ya no se encuentra entre nosotros, Zaha Hadid ha dejado una huella imborrable en el mundo de la arquitectura, que sobrevive en sus obras y en su propio estudio, que sigue sus pasos con un fervor bien merecido.
Ahora puedes disfrutar dentro de una de sus creaciones, sólo tienes que tener un montante económico de nivel adecuado, y ganas de residir en Miami, frente a la Plaza de España, en la que atraca el buque escuela Juan Sebastián de Elcano cuando visita la ciudad.
La torre, un rascacielos de 62 plantas, con 83 residencias de lujo y una altura de 216 metros, se llama One Thousand Museum, nombre curioso para un rascacielos ¿eh?
Su construcción terminó el año 2.019, antes del famoso año de la pandemia mundial, y se ubica en la Bahía Biscayne, en la ciudad de Florida. Tal y como nos acostumbró la arquitecta, la silueta del edificio es de todo menos usual: un tremendo exoesqueleto curvo de hormigón luce como estructura expuesta a la vista, con sugerentes líneas curvas que se mueven mientras ascienden formando una curiosa figura.
Esto permite que ninguna residencia posea la misma morfología al exterior, reconfigurando las terrazas, sobresaliendo las inferiores y retranqueando las superiores, de forma que se coloquen detrás de la estructura vista. Obviamente, las mejores vistas de la torre vienen desde el parque inferior, que posee todo un museo de arte, el Pérez Art Museum (bonito apellido, todo hay que decirlo).
La torre diseñada por Zaha Hadid en Miami se ejecutó con cinco mil piezas de hormigón reforzado con fibra de vidrio, una de las más económicas y eficientes formas de construir con hormigón. Estas piezas no sólo permiten gestar elementos con distintas formas, además, son bastante resistentes y versátiles, y protegen el interior y el exterior permitiendo la inclusión en ellas de ventanas y terrazas, elementos con una practicidad contrastada.
Pero la forma en la que las columnas exteriores modifican su trazado en su ascensión (entiéndase bien el verbo) tienen un efecto funcional (además del estético), y es que se convierten en un tubo rígido en las esquinas, con soportes diagonales que ayudan a resistir los embates de los huracanes (no me digas que no es genial).
La torre luce, distinguida, al lado de otros rascacielos de similar altura, tal vez traten de rivalizar en belleza (para gustos colores), pero en audacia no se igualan. Dentro del edificio, distintas tipologías de viviendas, desde estudios hasta residencias de seis habitaciones (para familias numerosas o necesidades espaciales amplias), además de tener helipuerto privado en la azotea, centro acuático de doble altura, salón social en la última planta, piscinas en la terraza del octavo piso.
Pero eso no es todo, los residentes cuentan con acceso al centro Spa y de wellness del complejo, al solárium de la planta sesenta, y podrán subir y bajar en todo un ascensor panorámico de cristal… y, más importante, podrán festejar en una piscina cubierta espectacular, con techo arqueado blanco texturizado, que simula plegarse formando formas simétricas como si fuera una tela.
En la página web de la entidad que gestiona la compraventa de condominios nos indican que hay, ahora mismo, 11 residencias en venta, de entre 6,2 y 24 millones de dólares (de 5,48 a 21,22 de euros) y sólo tres en alquiler de 34.000 a 45.000 dólares mensuales (30 y 40 mil euros).
La vivienda en venta de 24 millones de dólares se ubica en la planta 51, y posee vistas de 360 grados, con cinco habitaciones y siete baños (algún que otro aseo), una terraza en forma de sonrisa de la que presumir ante los familiares y amistades, y una habitación principal en la que podría caber dos o tres viviendas de alguna región de España (mejor no entrar en detalles escabrosos).
La torre es todo un ejemplo de innovación, los encofrados de piezas prefabricadas de GRC (sus siglas en inglés) facilitaron el aprovechamiento del material, configurando un edificio moderno y duradero, además de inusual. Al interior, el exquisito gusto por el diseño de los arquitectos del equipo, gestó espacios de lujo impactantes, listos para el disfrute de sus propietarios, entre los que destaca el lobby del inmueble.
Fotografías cortesía de Hufton + Crow
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