Foto: Gtres.
Tamara Falcó ha vuelto al trabajo. Después de sus vacaciones y una larga luna de miel, la marquesa de Griñón ha vuelto más delgada, más feliz que nunca y de rojo, el color del amor.
Ha reaparecido en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid para presentar su colección otoño/invierno de la mano de Pedro de Hierro. Lo ha hecho sola, sin la compañía de su marido, Íñigo Onieva, con el que acaba de cumplir dos meses meses de casada. .“Estoy feliz. El matrimonio es parecido al noviazgo pero con algo muy especial. El sacramento”, dice.
Esta semana la pareja era fotografiada visitando una clínica de fertilidad donde ambos llevan a cabo un tratamiento de nanoterapia. “Me han dicho que todo está bien. Soy una chica sana. Estoy bien. Es una forma de asegurarnos que todo vaya bien. No hay que agobiarse. Es verdad que mi edad es un handicap, pero ya estamos listos para buscar el bebé“, asegura.
No obstante, la Marquesa de Griñón está también ocupada con la mudanza a su ático de Puerta de Hierro, donde espera instalarse antes de que termine el año. “Es un piso pequeño, de 160 metros, con una terraza muy grande. Tiene solo dos habitaciones. De momento nos viene muy bien. Si vienen muchos niños ya habrá tiempo de mudarse de nuevo”, cuenta.
Tamara Falcó ha contado también, entre otras cosas, que Íñigo no desayuna y que las tareas de casa las lleva una asistenta que les ayuda, aunque son bastante ordenados.
Con respecto a cómo fue la convivencia durante estos primeras semanas de casados, asegura: “Nos llevamos muy bien. Lo hemos disfrutado mucho. Hemos tenido alguna discusión como es lo normal, pero lo hemos solventado sin problemas. No te queda otra porque solo estás con la otra persona (risas). Los problemas del pasado -las infidelidades por parte de Íñigo- se han quedado atrás. Cuando nos reconciliamos dimos un paso adelante e hicimos borrón y cuenta nueva”. Ella lo tiene claro: “No me imagino mi vida son Íñigo”.
En cuanto a las contínuas salidas de tono de su marido con los reporteros de la calle, Tamara aseguró que Isabel Preysler le recomendó al Marqués consorte que tratara de poner de su parte y tener más paciencia. “Íñigo tiene que acostumbrarse pero pondrá de su parte para que todo vaya bien”. Además, reveló que su madre está muy feliz. “Es la primera vez en años que está soltera y lo está disfrutando al máximo”.
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