Foto: @kimkardashian Instagram.
Kim Kardashian por fin pudo soplar las velas de su 42 cumpleaños. Después de que la influencer y su grupo de amigos no pudieran aterrizar en Las Vegas por un temporal, todos pusieron rumbo a un conocido restaurante de Los Ángeles, donde ahogaron las penas a base de hamburguesas y patatas. Un cumpleaños diferente al que Kim Kardashian tenía planeado, pero en el que, a juzgar por la imágenes, se lo pasaron en grande.
Este lunes Kim Kardashian ponía rumbo a Las Vegas junto a sus hermanas y un grupo de amigos para celebrar su 42 cumpleaños. Allí tenía previsto cenar en el exclusivo restaurante Carbone, uno de los locales de moda en la ciudad del juego, para después disfrutar de un concierto privado de Usher. Sin embargo, nada de esto pudo hacerse, pues el jet privado en el que viajaban no pudo aterrizar en el aeropuerto debido a un vendaval.
De vuelta a Los Ángeles, las Kardashian no pensaron ni un momento en quedarse en casa, y decidieron trasladar la fiesta al célebre In-N-Out-Burguer, donde disfrutaron de un banquete a base de hamburguesas, bocadillos y patatas fritas.
Una fiesta diferente y no tan exclusiva que no se perdieron sus grandes amigas Tracy Romulus, Stephanie Shepherd, Natalie Halcro, Simon Huck, Allison Statter y Malika y Khadijah Haqq. Todas se reunieron en unas bonitas mesas, decoradas con mantelería de color blanco y miles de velas que iluminaron la noche del 42 cumpleaños de Kim Kardashian.
Pese al cambio de planes, la influencer no perdió su glamour y sorprendió a sus invitados con un exclusivo vestido con mucha historia. Kim Kardashian lució un sujetador negro y una braguitas altas tipo shorts, sobre los que colocó un delicado y fino vestido lencero de seda blanca, con escote palabra de honor, sin mangas y detalles bordados de flores.
Un diseño elegante, sugerente y vintage. Y es que el vestido pertenece a la colección primavera/verano 1999 de Dolce & Gabbana, un vestido que tiene 23 años, y que vio por primera vez la luz en la Semana de la Moda de Milán de aquel año.
Es de sobra conocida la buena relación que Kim Kardashian con Domenico Dolce y Stefano Gabbana, con los que colaboró en la última Semana de la Moda de Milán. Sin embargo, no se sabe si los diseñadores prestaron a Kim el vestido para su especial día, o si habría recurrido a algún coleccionista de moda. Lo cierto es que la influencer ha presumido de figura y elegancia en su improvisado 42 cumpleaños.
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