Foto: Gtres.
Siendo hija de un matrimonio millonario como el que forman Beyoncé y Jay Z, Blue Ivy puede presumir a sus diez años de tener una paga de miles de dólares. Eso al menos es lo que se intuye de la última salida de compras de la niña. Y es que, al igual que sus padres, Blue Ivy parece ser una gran amante del lujo y las joyas y por ello, no duda en participar en subastas para conseguir objetos únicos y de gran valor.
Blue Ivy se ha convertido en la gran protagonista de la última edición de la Wearable Art Gala, un evento benéfico organizado por la madre de Beyoncé, Tina Knowles-Lawson, en Los Ángeles.
Allí se subastaron unos valiosos pendientes de aro de diamantes que pertenecieron a la mismísima Beyoncé y a los que parece que Blue Ivy tenía un especial cariño. En cuanto su abuela abrió la puja, la niña no dudó en levantar su paleta y ofrecer 81.000 euros por ellos.
La hija de Beyoncé acaparó todas las miradas al ofrecer esa gran cantidad de dinero por los pendientes de Lorraine Schwartz que su madre había guardado en el joyero durante años. Una fuerte apuesta que la pequeña no pudo subir, pues tras ella Monique Rodríguez, fundadora de Mielle Organics, ofreció 106.340 euros y se hizo con las joyas.
Este episodio, que podría resultar divertido o anecdótico, sería más habitual de lo que pensamos ya que no es la primera vez que Blue Ivy participa en esta subasta. En 2019, cuando solo tenía seis años, ofreció 19.000 euros por una pintura acrílica de Sidney Poitier. En aquella ocasión tampoco tuvo suerte y no pudo llevarse el cuadro a su casa.
Parece que a Beyoncé y Jay Z no les molesta que su hija invierta su dinero en las subastas. En este caso la Wearable Art Gala tiene fines benéficos y dona el dinero a programas educativos sobre arte para gente joven. Una iniciativa en la que la familia de la cantante está muy implicada, pues su madre es la cofundadora de WACO Theatre Center, fundación encargada de organizar la puja.
Tanto es así que la propia Beyoncé participó de las subastas ofreciendo un paquete de entradas para su próxima gira mundial, que se vendió por 150.000 euros. Un paquete que ella misma entregó en la gala, a la que acudió junto a su marido y su hija, luciendo un espectacular vestido de Gucci.
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