Pilar Eyre: “Quiero envejecer sin dignidad, siendo gamberra y juerguista”

Entrevistar a una compañera de profesión añade un plus de dificultad a nuestra tarea. Si esa colega tiene la agudeza, brillantez e ironía de Pilar Eyre, no te digo nada de cómo se comportan las cosquillas en el estómago. Acaba de publicar Señoras bien, una divertida y reflexiva novela sobre el edadismo y el derecho a envejecer dignamente. Una vez leída, se me antoja imprescindible un café, querida Pilar, sobre todo para hablar de los ausentes en esta entrevista que me sugieres: el Rey y de Julio Iglesias…

The Luxonomist: ¿Cuál es la fórmula para envejecer dignamente?
Pilar Eyre: Yo quiero envejecer sin dignidad, tiñéndome el pelo, enamorándome, trabajando y siendo gamberra y juerguista. Todo lo demás me parece muy aburrido.

TL: ¿La jubilación es una forma de envejecer paulatinamente?
Pilar Eyre: Es una forma de envejecer de golpe, porque a todos nos gusta formar parte de la sociedad, ver gente, sentirnos útiles y poner en nuestro trabajo todo lo que hemos aprendido en tantos años.

“Me reinvento todos los días, cada uno es un desafío”

TL: ¿Cómo gestionas el paso del tiempo?
PE: Tengo muchas ilusiones y unos médicos excelentes.

TL: Andrea Capdevila es una de tus protagonistas de Mujeres bien. ¿Qué se ha llevado de ti y qué te ha dado?
PE: Andrea es una arquitecta jubilada, pero siente que todavía puede dar mucho a la sociedad…  Ella lo sabe, lo que quiere es que se den cuenta los demás también.

TL: ¿A qué has renunciado con el paso de los años?
PE: No solo no he renunciado a nada, sino que cada día encuentro nuevos motivos para vivir y disfrutar.

TL: ¿Cuándo empezamos las mujeres a ser invisibles?
PE: Cuando dejamos de hacer ruido.

TL: ¿Cuántas veces has tenido que reinventarte para seguir en la pelea?
PE: Todos los días, cada día es un desafío.

TL: ¿Qué echas de menos a estas alturas de la vida?
PE: A mis padres.

“No le temo nada, ni a la muerte”

TL: ¿Cómo convives con la soledad?
PE: El hecho de que viva sola no quiere decir que sienta la soledad. Creo que la soledad es un sentimiento que puedes tener también viviendo con otras personas, incluso con tu marido.

TL: ¿A quién no le dedicarías ni un minuto de tu vida?
PE: A los maltratadores de animales, pero en realidad tampoco, porque los combato y eso me lleva mucho tiempo.

TL: ¿Hay un pensamiento recurrente cada mañana?
PE: Buenos días, Brody (es mi perro).

TL: ¿Ese plato del que te saturarías con placer?
PE: No disfruto con la comida, no me gusta comer, me aburre…

TL: ¿Ese olor inolvidable que te transporta a la infancia?
PE: Nunca he podido olvidar cómo olían las manos de mi madre.

TL: ¿Eres de soñar en grande?
PE: Todo me gusta, lo grande y lo pequeño.

“Mi epitafio: Hijo, perdóname por hacerte esta putada”

TL: Tres palabras que definan el momento que está viviendo…
PE: Estoy como nunca.

TL: ¿Lo mejor que te gustaría escuchar de ti?
PE: Que soy buena persona.

TL: Morirías por tener un superpoder. ¿Cuál sería?
PE: Acabar con el maltrato animal.

TL: Si pudieras hacerlo, ¿qué le dirías a la niña que se quedó atrás?
PE: Pilarita no ha quedado atrás, sigue viva dentro de mí.

TL: ¿Lo más impensable que te ha dicho un/a fan?
PE: Que creía que era muy baja (mido 173).

TL: ¿Qué es lo peor de la fama?
PE: No me considero famosa ni mucho menos. La atención que pueda despertar siempre es amable y discreta.

“No he podido olvidar cómo olían las manos de mi madre”

TL: ¿Alguna vez has pensado cuál sería tu epitafio?
PE: Hijo, perdóname por hacerte esta putada.

TL: ¿Esa situación o persona que te ha dejado sin palabras?
PE: Cuando me dijeron que Juan Marsé leía mis libros.

TL: ¿La cara y la cruz de ser tú?
PE: Jajaja supongo que lo mismo, tener la cabeza siempre a mil por hora.

TL: ¿Algo que siempre dicen sobre ti y no es cierto?
PE: Todo es verdad.

TL: ¿Un miedo que no sepas controlar?
PE: No le temo a nada, ni a la muerte.

TL: Es pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
PE: Me sorprende (positivamente) que no me hayas preguntado por el rey… ni por Julio Iglesias.