Foto: Gtres
Demi Lovato (39) ha aparecido tras el período de rehabilitación de tres años al que se ha sometido tras sufrir una sobredosis luciendo un llamativo tatuaje de una gran araña en la cabeza. Un dibujo realizado por el famoso tatuador, Dr. Woo y que él mismo compartió una serie de fotos de la estrella en los stories de su cuenta de Instagram.
Demi Lovato, que usa pronombres indistintamente tras declararse no binaria, ha justifica su nuevo tatuaje de araña explicando que “fue la abuela de Spider-Man la que nos enseñó muchas cosas. Nos habló sobre cerámica, tejido, el fuego la luz y la oscuridad. Según ella estamos todos conectados en la web y tenemos nuestro lugar en el mundo“. Curiosamente, Woo le hizo a su amigo Will Perkins un tatuaje de araña similar al de Demi Lovato, lo que ha provocado que los fans de ambos les relacionen; si no de un modo sentimental, sí de modo amistoso, despertando todo tipo de comentarios.
Esta presentación oficial se produce un día después de que una fuente dijera que la cantante había regresado a Utah tras su tratamiento. Según la misma, ella está de nuevo en casa y se encuentra perfectamente tras eliminar de su vida la marihuana y el alcohol “en un intento por vivir una vida sobria” después de que en 2018 sufriera una sobredosis casi fatal.
“Ya no apoyo este estilo de vida”, compartió la artista en su historia de Instagram a principios de diciembre. “Sobrio es la única forma de estar”. Unas semanas más tarde, Lovato apareció con la cabeza rapada en una foto que según sus fans, se hizo en el centro de rehabilitación y representaba un “nuevo comienzo”.
Las especulaciones sobre el paradero de Lovato se alimentaron cuando su hermana mayor, Dallas Lovato, compartió un video de las dos reuniéndose para Navidades en TikTok, junto con su hermana menor, Madison De La Garza. “Cuando obtienes exactamente lo que deseaste en Navidad… tu hermana”, escribió Dallas, de 33 años, sobre el video, agregando un emoji de corazón rojo. “Te engañé, lo siento”, dijo Demi mientras abrazaban a Madison, de 20 años, con los ojos llorosos.
A raíz de sufrir la citada sobredosis casi fatal en 2018, la cantante de “I Love Me” llamó a su administrador, Charles Cook, y le dijo que algo no iba bien. Le explicó que estaba viviendo un lado de su vida completamente legal y otro equivocado que, si seguía, se iba a morir.
La cantante de “Confident” contó su sobredosis en una serie documental de YouTube, detallando con franqueza a los fans el control que su adicción tuvo sobre ella. Desde el uso de metanfetamina y heroína hasta ahora tener que recibir inyecciones para evitar drogarse. “Al menos durante unos años no me puede hacer daño”, dijo sobre las inyecciones de Vivitrol, que detienen los efectos de los opioides.
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