La conocida como última gran boda del año fue la protagonizada entre Alejandra de Rojas Palacios, hija de la recordada Charo Palacios, condesa de Montarco, y Beltrán Cavero de Carondelet Aguirre, que tuvo lugar en la Quinta de Mirabel, un cigarral toledano, allí donde tenía Antonio Banderas encerrada a Elena Anaya/Jan Cornet en el filme de Almodóvar “La piel que habito”. Gracias a este filme conocemos la mansión que fue escenario del enlace, pero nos hemos quedado con las ganas de conocer al novio.
Porque, siguiendo una extraña costumbre, iniciada en su día por Elsa Pataky, en las fotos que publica “Hola!” sólo aparece el susodicho en una imagen, descolorida y sin fecha. Pataky posó sola, vestida de novia en una playa de Indonesia sin que a Chris Hemsworth se le viera por lado alguno. Con Alejandra, lo mismo: sola, sin sombra de Beltrán. Pues como se imponga la moda, estamos listos. Claro que en realidad las que importan son ellas y sus vestidos, allí donde los diseñadores compiten para llevarse el trofeo al mejor.
Esta semana, a pesar de la discreta elegancia de Alejandra de Rojas con una vestido, casi espartano, de The 2nd Skin Co. (Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández), quien se lleva el premio es Priyanka Chopra, con uno blanco de Ralph Lauren, de mil y una noche, que podría firmar cualquier libanés, y otro rojo indio, de Sabyasachi, dos locuras de brilli brilli, que no se si me acaban de convencer. Es decir, no me convencen nada. Y ni siquiera con la idea de que, presuntamente, se los hayan podido regalar a cambio de la publicidad, me convencen.
Lo que si me ha gustado ha sido el tono étnico de la publicación, un elegantísimo folleto de turismo exótico. Abren con una reportaje en casa de los Brar, en el corazón de África, los reyes del safari y del cafe, posando en sus casas del Serengeti y del Tarangire: unas imágenes a lo Karen Dinesen (”Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…” , les suena?), impresionantes. Los Brad son indios, como las vacaciones de Marta Ortega y Carlos Torretta, y la boda de Chopra con Nick Jones. Con atuendo keniata posa Mary de Dinamarca en al reserva de Samburu, en uno de esos viajes en que la realeza tiene que apuntarse a lo tradicional por más exótico que sea. Un número muy completo, como todos, aunque por una (otra) vez, y esperemos que no sirva de precedente, falte el novio. Porque haberlo, habíalo.
Foto principal: Gtresonline
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