El deporte más exclusivo del mundo que ha conquistado a la realeza

Todos hemos escuchado hablar alguna vez del polo, un deporte que siempre se ha vinculado con el dinero, la exclusividad y la realeza. Y es que, desde sus orígenes en el año 500 a.C. de la antigua Persia, el polo era considerado el máximo símbolo de estatus de la aristocracia.

Así se popularizó en Persia, Arabia, el Tíbet, Japón o China y con esta misma idea llegó hasta Europa Occidental y, concretamente, Reino Unido, donde tiene un gran éxito.

Isabel II, Carlos III o el príncipe William han jugado al polo

La reina Isabel II era una gran seguidora de este deporte, pues unos de sus grandes protagonistas son los caballos, sus animales preferidos. Ella contaba con su propio torneo, el Queen’s Cup, y cada año acudía a entregar el trofeo al equipo ganador.

Esa afición por el polo se la transmitió también a Carlos III, quien además de acudir como público al polo, también lo practicaba. Allí nos regaló una de sus instantáneas mas icónicas con Lady Di que años después han repetido sus hijos. El príncipe William con Kate Middleton en el famoso torneo Royal Charity Polo Cup 2022; y el príncipe Harry con Meghan Markle en el torneo del Santa Bárbara Polo Club.

Sin embargo, los miembros de la familia real británica no son los únicos royals apasionados de este deporte. También la familia real de Malasia o Brunei son fanáticos.

La realeza española no es aficionada al polo

En nuestro país, la familia real no está especialmente vinculada al polo. La infanta Elena siempre ha sentido una especial predilección por la los caballos y la hípica, deporte en el que incluso compitió. Una pasión que le ha transmitido a su hija, Victoria Federica. Sin embargo no es habitual verlas en partidos de polo.

Otros miembros de la aristocracia como Luis Alfonso de Borbón sí que juegan y acuden al polo. Y celebrities como Isabel Preysler, Álvaro Muñoz Escassi o Nieves Álvarez suelen ir como público a estos eventos.