(Foto: Gtres)
Doña Letizia ha acudido esta mañana a Sevilla para asistir a la inauguración de la primera edición del Tourist Innovation Summit. Un acto oficial, el único que tenía asignado la Reina esta semana, al que debía acudir junto al rey Felipe VI. Sin embargo, la cuarentena de diez días a la que se debe someter el Rey, tras estar en contacto directo con una persona que ha dado positivo por coronavirus, ha obligado a que ella acudiera hasta la capital andaluza en solitario. En la inauguración del evento, vestida de Cherubina, la reina Letizia ha estado acompañada de varios miembros del Gobierno y autoridades locales.
Siendo fiel a la norma establecida desde el inicio de la pandemia, la reina ha acudido al ropero real para rescatar alguna de las piezas que ya lució con anterioridad a este fatídico 2020. En este caso, doña Letizia ha optado además por un diseño andaluz, un vestido en tonos blanco y negro de la casa sevillana Cherubina que estrenó cuando el rey Felipe VI fue investido caballero de la Orden de la Jarretera en junio de 2019.
La reina Isabel II fue la encargada de presidir el acto en el Castillo de Windsor al que acudieron representantes de varias casas reales europeas. Entonces Letizia lució el vestido con un cinturón a juego y complementos negros, incluido un favorecedor tocado. Hoy, por supuesto, prescindía del adorno del pelo y rebajaba el tono festivo del vestido llevando el pelo recogido y usando un fino cinturón negro. Sobre los hombros ha lucido un abrigo con corte batín de Carolina Herrera en negro, en los pies los mismos salones negros de Manolo Blahnik que llevó a Windsor y en la mano un pequeño bolso en tono claro de Furla.
El Tourist Innovation Summit nace como mayor foro internacional de innovación para el sector turístico en el que participarán más de 5.000 directivos y profesionales del sector a nivel mundial. Doña Letizia ha querido respaldar con su presencia al sector turístico, uno de los más golpeados por los efectos económicos de la pandemia. El Tourist Innovation Summit nace con la intención de celebrarse de forma anual. Su objetivo es atraer inversiones a la ciudad y ser el escaparate mundial de tecnología turística. El lugar escogido ha sido Sevilla por su vocación y ambición de crear un ecosistema que convierta a la ciudad en un laboratorio de innovaciones. Así como un centro tecnológico para desarrollar nuevos proyectos exportables al resto del mundo.
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