(Foto: Gtres)
La recepción al Cuerpo Diplomático en el Castillo de Windsor se convirtió este martes en un auténtico escaparate histórico gracias a la tiara que la reina Camilla decidió lucir. Porque la esposa de Carlos III rescató la Greville Emerald Kokoshnik, una de las piezas más fascinantes y menos vistas del joyero real británico.
El evento contó también con la presencia del príncipe William, que acudió sin su esposa. Horas antes, Kate Middleton presidió sola la Cumbre del Futuro de la Fuerza Laboral en Londres, donde pronunció su primer discurso en varios años. El año pasado se ausentó de esta recepción real debido a su diagnóstico y tratamiento de cáncer.
Volviendo a la joya que lució la reina Camilla, se trata de la tiara Greville Emerald Kokoshnik. Una pieza que recientemente pasó a la historia al ser la elegida por la princesa Eugenia de York el día de su boda en octubre de 2018.
Aquella fue la primera vez que se vio sobre la cabeza de un miembro de la realeza moderna, pero su historia se remonta mucho más atrás.
La pieza fue creada en 1919 por la prestigiosa casa Boucheron para Margaret Helen Greville, una figura destacada de la alta sociedad británica de principios del XIX. Su diseño sigue la estética kokoshnik, inspirada en la moda de la corte imperial rusa.
Destaca por su espectacular montaje: diamantes de talla brillante y rosa engastados en pavé de platino. Posee seis esmeraldas laterales y una enorme esmeralda central de 93,70 quilates, uno de los elementos más llamativos de la diadema.
Tras su muerte en 1942, Margaret Helen Greville cedió su extraordinaria colección de joyas (valorada entonces en más de 100.000 libras) a la reina Isabel, madre de la futura Isabel II.
Entre las piezas heredadas se encontraba esta tiara kokoshnik de esmeraldas, que quedó guardada durante décadas.
La decisión de la reina Camilla de lucirla por primera vez ha sido interpretado como un acto simbólico de gran relevancia. No solo recupera una joya histórica que llevaba siete años sin aparecer en público, sino que también podría interpretarse como un gesto de apoyo hacia la princesa Eugenia de York.
Recordemos que sus padres, Andrés y Sarah Ferguson, han sido repudiados de la familia real por su relación con Jeffrey Epstein.
Al elegir esta tiara precisamente en un acto de máxima etiqueta —una recepción de 900 diplomáticos celebrada por primera vez en Windsor desde 2001—, la reina reafirma la continuidad del legado joyero de la monarquía y coloca de nuevo en primer plano una pieza que combina historia, diseño exquisito y un aura casi legendaria dentro de la familia real británica.
'Retrato de Elisabeth Lederer' de Klimt. Este cuadro del pintor austriaco ya es el más… Leer más
Parece que queda mucho, pero tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina. Y… Leer más
El español está de enhorabuena. No solamente por el buen momento que atraviesa el sector… Leer más
En un mundo saturado de cosmética “natural”, pocas marcas logran ir más allá del eslogan.… Leer más
La entrega de la XLII edición del Premio de Periodismo “Francisco Cerecedo”, otorgado por la… Leer más
La Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWMadrid), la principal plataforma de la moda española organizada por… Leer más