Foto: Gtres.
Meghan Markle está revelando algunos secretos de su etapa como royal en el documental que protagoniza junto al príncipe Harry en Netflix. Entre todas sus confesiones ha dedicado un capítulo especial a cómo fue adaptarse a las normas de la familia real británica.
Protocolos sobre cómo comportarse, qué decir e incluso cómo vestir, con los que ha dado a conocer la clave de estilo que la convirtió en un referente fashion. Y es que todos los looks de Meghan como duquesa tenía un significado y, sobre todo, los colores que escogía.
Si nos ponemos a analizar todos los looks que Meghan Markle lució durante su etapa en Reino Unido, estos tiene algo en común: los colores neutros. La esposa del príncipe Harry hizo del blanco, el beige y el negro sus colores fetiche para acudir a actos y presentaciones. Tres colores sencillos y poco llamativos con los que ha asegurado, trataba de pasar desapercibida.
Según cuenta en el documental, cuando tenían actos a los que acudía toda la familia, no podía coincidir en color de ropa con la reina, ni tampoco con ningún otro miembro de la familia que fuera de un rango superior a ella. Debido a esto, Meghan pensó en qué colores jamás lucirían las otras royals y los neutros se convirtieron así en su fondo de armario.
De hecho, si echamos un vistazo al archivo, son muchas las veces que Meghan vistió de blanco, beige o rosa palo en sus compromisos. Algo que destacaba sobremanera cuando coincidía con la reina, que siempre vestía tonos llamativos para que su equipo de seguridad la tuviera siempre a la visa y pudiera identificarla rápidamente entre la multitud.
En su primer acto juntas en solitario Meghan apostó por el blanco hueso mientras Isabel II lucía un llamativo abrigo verde fluorescente. De igual manera en sus primeras Navidades tras su compromiso o en distintos eventos con más miembros de la familia la vimos lucir sobrios atuendos en negro, beige o marrón.
Esta reducida paleta de colores cambió radicalmente en el momento que decidió alejarse de la familia real. De hecho, para sus últimas apariciones públicas en Reino Unido, antes de Megxit, se decantó por looks luminosos, llamativos y de tonalidades fuertes como el verde, el rojo y el azul.
Esta estela ha continuado con su marcha a Estados Unidos, donde ha hecho de colores como el rojo, uno de sus fondos de armario preferidos.
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