(Fotos: With Love, Meghan, Netflix)
Cualquiera que pertenezca al sector audiovisual sabe que invertir 100 millones de dólares en cualquier proyecto requiere audacia y una vigilancia extrema de los resultados. Por eso, la serie recién estrenada de Meghan Markle por parte de Netflix y los cuestionables datos de audiencia que está obteniendo habrían encendido las alarmas en algunos despachos de la productora.
With Love, Meghan habría salido de la lista de los diez programas más vistos a nivel mundial, así como en Estados Unidos y el Reino Unido. Todo tras menos de una semana después de su estreno.
Fuentes de la productora han filtrado a medios estadounidenses y británicos que la serie “no es un éxito rotundo” y que desde la dirección “están preocupados”. También reconocen que la segunda temporada se grabó junto a la primera el año pasado, que verá la luz próximamente y que es muy probable que no haya más.
La propia Meghan Markle anunció la emisión de esa segunda temporada mientras recogía las críticas y admitía seguir aprendiendo para el futuro. Desde Variety, por ejemplo, han dicho tras ver la serie que “With Love, Meghan está hecha con mucho amor, en el sentido de que el amor más grande de todos es el que una persona tiene por sí misma“.
Ni siquiera resultó atractivo el abandono de su apellido por Sussex, el guiño más evidente al conflicto personal que la esposa del príncipe Harry tiene desde hace años con su familia paterna. El propio Thomas Markle, que en su día trabajó para la industria audiovisual de Hollywood, ha mostrado su malestar porque su hija renunciara a su apellido.
Sobre la mesa está, además, el futuro del contrato firmado en 2021, un año después de la salida de los duques de Sussex de Londres. Su llegada a Montecito y el éxito de la entrevista Oprah Winfrey impulsaron a la productora a firmar un contrato de cinco años y supuestamente 100 millones de dólares para la creación de contenidos.
Una cifra muy elevada en el sector. Para hacerse una idea, The Crown, la serie sobre la realeza británica impulsada por la propia Netflix, se estima que costó unos 500 millones de dólares. Otras celebridades como Georgina Rodríguez habría recibido unos 10 millones por temporada de su serie documental.
El primer documental sobre Harry y Meghan ya no funcionó bien y tampoco el de los Invictus Games. y habrá que ver si ve la luz la serie documental del príncipe Harry sobre el polo.
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