Foto Instagram @aseverofficial
No hubo grandes felicitaciones en redes ni una gran fiesta (al menos que haya trascendido). Pero a juzgar por lo que ha dejado ver en los últimos años, seguro que Meghan Markle celebró ayer su cumpleaños rodeada de los suyos y con productos de su tienda de delicatessen, As Ever.
Y es precisamente en el perfil de As Ever donde vimos una foto inédita de Meghan Markle con la que la le deseaban lo mejor para su 44 cumpleaños. Se trata de una fotografía de las que su amigo, Jake Rosenberg, le tomó con motivo de su portada en People el pasado mes de marzo y que quedó fuera del reportaje.
En ella vemos a la duquesa de Sussex “desprevenida” luciendo un vestido de lino azul marino de Gabriella Hearst (1.620 euros) y un sombrero de ala ancha de Cuyana (148 dólares).
Un atuendo relajado que combinó con las joyas que siempre la acompañan y tienen gran significado para ella. Su anillo de compromiso, su alianza de boda, el reloj Tank de Cartier y la pulsera Love de la misma firma.
“Celebramos a la mujer que está detrás de todo. Pone su corazón, visión y toque mágico en cada detalle, ¡y hoy brindamos por ella! ¡Feliz cumpleaños a nuestra fundadora @meghan 🥂!”, dicen desde As Ever.
Aunque ha estado muy activa desde que volviera a utilizar las redes sociales a principios del año, Meghan no ha dado señales de su cumpleaños en sus redes. Su última publicación es del 4 de julio, cuando agasajó a sus hijos con unos pasteles con los colores de la bandera estadounidense.
Sin embargo, la prensa internacional situaban estos días a Meghan y Harry en la playa. Al parecer su hijo Archie, de seis años, ha estado recibiendo clases de surf cerca de su casa. Un deporte que también practicó su padre en el Rancho de Surf de Kelly Slater, en el interior del estado de California, el pasado mes de octubre.
No descartamos que la celebración haya sido en el gigantesco jardín de su mansión de Montecito. Quizás con productos de As Ever y quizás celebrando una buena noticia desde Buckingham. Y es que coincidiendo con la efeméride, el palacio que en su día fue su hogar publicó una noticia respecto a la tiara que Meghan Markle lució en su boda con el príncipe Harry.
La joya fue creada en 1932 para María de Teck, abuela de la reina Isabel II, que la lució por primera vez 50 años después de su creación. De estilo art déco, cuenta con once secciones flexibles adornadas con diamantes de talla brillante y baguette y un broche central desmontable. Su particularidad es que llevaba oculta más de 60 años y tras la boda, volvió a la joyería del palacio.
Pues bien, la diadema seguirá vinculada a Meghan Markle de aquí en adelante ya que Buckingham ha confirmado que no se prestará a otros miembros de la familia real. La razón es que creen que nadie más podría lucirla sin verse eclipsada por la fama de Meghan. La noticia resalta cómo, a pesar de la distancia, la huella de Meghan sigue presente en la Casa Real Británica.
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