Foto: Gtres.
El primer encuentro entre Kate Middleton y Melania Trump fue un derroche de glamour y elegancia. Sin embargo, tan solo fue un aperitivo, pues el plato fuerte llegó por la noche con la cena de gala. La princesa de Gales sacó su artillería pesada con un nuevo y sorprendente vestido al que, como marca el protocolo, añadió una espectacular e histórica tiara que opacó al resto de invitadas.
Kate Middleton volvió a apostar por un vestido nuevo con un espectacular y delicado diseño de alta costura de la diseñadora británica Phillipa Lepley. Hablamos de un vestido compuesto por dos piezas.
La primera, un sencillo diseño confeccionado en crepé de seda con escote palabra de honor, ceñido al abdomen y voluminosa falda larga hasta los pies. Y una segunda, en forma de capa/abrigo transparente, de manga larga y cuello alto, con un delicado de encaje Chantilly dorado de motivos florales, que se colocaba por encima y se fundía con el vestido.
El resultado es un espectacular vestido dos piezas con el que Kate Middleton brilló por encima del resto de invitadas. Y al que dio el toque definitivo con su tiara.
La princesa volvió a decantarse por la famosa tiara Lover’s Knot. El origen de esta diadema se remonta a 1913, cuando la joyería Garrand la elaboró por petición de María de Teck, abuela de Isabel II. Esta se inspira en otra tiara que perteneció a la princesa Augusta, y está compuesta por 19 arcos de diamantes y 39 perlas.
Era la tiara favorita de Lady Di, pues fue el regalo de bodas de Isabel II por su enlace con el príncipe Carlos en 1981. Y ahora también lo es de Kate Middleton. Y es que la princesa de Gales ya la lució en su última cena de gala el pasado mes de julio, pero también en la anterior visita de Donald y Melania Trump a Reino Unido.
Kate Middleton no quiso olvidarse de Isabel II, a la que homenajeó con sus pendientes, unas piezas con forma de racimo ovalado, con diamantes en degradé que pertenecieron a la reina.
Completó el look con unos altísimos salones de Aquazzura, en concreto el diseño Fenix en color dorado. Y de bolso, una limosnera de satén en color blanco de Any Hindmarch que tiene en su armario desde 2022.
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