La trágica vida de la hermana de Felipe de Edimburgo

La familia real británica vive estos días con especial dolor el primer aniversario de la muerte de Felipe de Edimburgo. El esposo de Isabel II fallecía el 9 de abril de 2021 en el Castillo de Windsor, donde el matrimonio había establecido su residencia por obligación, al desatarse la pandemia de Covid-19.

Un contratiempo más en los 99 años de vida del duque que afrontó con la entereza y aplomo que siempre le caracterizó. Y es que Felipe de Edimburgo, que se quedó a sólo dos meses de celebrar su centenario, tuvo que afrontar momentos familiares de gran crudeza.

Todos resaltan el aplomo con el que lideró a su familia para enfrentarse al accidente en el que falleció la princesa Diana. Aún se recuerda con afecto su integridad junto a su hijo, el príncipe Carlos, y sus nietos, William y Harry, tras el féretro de la princesa por las calles de Londres. El príncipe Felipe recordó entonces la experiencia vivida cuando él tenía 16 años.

Felipe de Edimburgo tuvo cuatro hermanas mayores

Felipe de Edimburgo, nacido como Felipe de Grecia y Dinamarca, tuvo cuatro hermanas mayores: Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía. Todas ellas se casaron con príncipes alemanes. El 16 de noviembre de 1937, cuando el príncipe contaba con 16 años, la tragedia se cruzó repentinamente en la vida de la familia.

Su hermana Cecilia, que por aquel entonces tenía 26 años, debía partir con la familia de su esposo, Jorge Donato de Hesse y del Rin hasta Londres para participar en la boda de un tío de éste, Luis, con la inglesa Margarita Geddes.

Cecilia, embarazada del que hubiera sido su cuarto hijo, subió a un avión de la compañía Sabena cerca de la ciudad alemana de Darmstadt, donde residía. Le acompañaban su esposo, su suegra y dos de sus hijos, los pequeños príncipes Luis y Alejandro. En tierra se quedó la pequeña Juana, que había nacido un año antes.

La hermana del duque falleció en un trágico accidente

El avión en el que viajaban tenía fijada una escala en la ciudad de Ostende, donde pensaban recoger a otros invitados al enlace. En aquella triste mañana, había una espesa niebla en la ciudad belga. Durante el aterrizaje, el piloto no vio la chimenea de una fábrica cercana a la pista del aeropuerto y el ala impactó sobre ella, lo que precipitó la caída del avión. Todos los ocupantes fallecieron en el acto.

La boda se suspendió y acabó celebrándose meses después. Pero la desgracia se cebó incluso con la pequeña huérfana, Juana. Apenados por la tragedia, el matrimonio de Luis y Margarita decidieron adoptar a la pequeña Juana, pero meses después, en junio de 1939, fallecía a causa de una meningitis.

Perdió el duque de Edimburgo de esta manera a su hermana, su cuñado y sus tres sobrinos, marcando sin duda su vida para siempre.