Conseguir un maquillaje perfecto, que muestre una tez luminosa y natural en pocos pasos no es tan difícil. Al menos si utilizas para ello los productos adecuados y realizas correctamente una sencilla rutina que deje la piel limpia y perfectamente preparada para el maquillaje posterior. Algo a priori sin ninguna dificultad y que se consigue con tres acciones: Limpiar, hidratar e iluminar.
Nuestra experta en maquillaje y cuidado facial, Regina Capdevila, lo tiene muy claro: “Lo más importante para que el maquillaje quede bonito es preparar la piel para que los productos se fijen bien, no se cuarteen y aguanten el paso de las horas”. Y para ello, el primer paso es la limpieza.
Existen dos tipos de limpiadores, los de base oleosa y los de base acuosa. Regina siempre recomienda utilizar ambos para que la limpieza sea doble y en profundidad: “Lo primero es aplicar un bálsamo o aceite que retire todas las impurezas como el sudor, el sebo, restos de maquillaje… porque la grasa se quita con grasa. A continuación yo recomiendo utilizar un limpiador acuoso, que haga espuma, que retirará los restos del producto anterior y dejará la piel lista para la hidratación”.
Una vez tengamos la piel limpia, tendremos que hidratarla bien para que todos los productos que apliquemos después se absorban correctamente. Dependerá del tipo de piel que tengamos y de nuestras necesidades, pero dejando a un lado la aplicación del sérum o el contorno de ojos, utilizar una buena hidratante es imprescindible vayas o no vayas a maquillarte después. “Y si además tiene un poquito de protección solar, muchísimo mejor”, explica Regina Capdevila.
Si hablamos de iluminar la piel antes del maquillaje nuestra rutina se completará con un producto específico llamado ‘Primer Iluminador‘ o ‘Prebase iluminadora’ como el Teint Lumière de Galénic. Se trata de una crema con pigmentos blancos con fuerte poder de cobertura que permite camuflar y ocultar imperfecciones como rojeces, zonas de sombra o manchas. No obstante, aunque parezca una hidratante al uso, no lo es.
“El ‘Primer’ es el paso previo para el maquillaje. Es un producto hidratante que aporta luminosidad y aclara la piel pero no debe usarse como crema hidratante diaria”, explica la experta. De hecho, su textura es más densa que la de una crema normal y su objetivo es iluminar sin aportar brillos y unificar el tono de la piel para que el maquillaje posterior quede perfecto.
Por lo específico de este producto, los expertos recomiendan utilizarlo después de hidratar bien la piel, antes de un maquillaje completo (con base, polvos, colorete, etc.) y aplicarlo con la ayuda de una esponja o a golpecitos con los dedos sobre las zonas deseadas. No hay más secretos para obtener un maquillaje perfecto, luminoso y de larga duración, solo ser constante y concienzuda con estos tres pasos sencillos pero muy importantes que darán al maquillaje ese efecto profesional que tanto buscamos.
*Fotografía de portada: Photo by averie woodard on Unsplash
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